La guía del CERMI define, genéricamente, el acoso escolar, para detenerse más en concreto en el que está asociado a motivos o razones de discapacidad, aboga por implantar la educación inclusiva –exigida por la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad-, como factor preventivo de cualquier forma de violencia, enuncia y describe las herramientas para hacerle frente, informa del marco normativo de contexto, así como de los recursos disponibles en la comunidad educativa para enfrentar las conductas de acoso.
La educación es un proceso de aprendizaje por el cual se adquieren conocimientos, habilidades, valores y hábitos. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (en adelante, UNESCO) considera que la educación es un derecho humano para todas las personas, a lo largo de toda la vida, y que el acceso a la instrucción debe ir acompañado de la calidad.
La violencia escolar está considerada como el resultado de una "vulnerabilidad social" ya que hay determinados sectores de la población que corren especial riesgo de involucrarse en prácticas o situaciones violencia. Las comunidades con un compromiso más fuerte de igualdad registran niveles más bajos de agresiones directas. Es importantísimo que el sistema educativo promueva valores de colaboración, cooperación y creatividad mediante un trabajo activo para el desarrollo de una cultura escolar positiva.
Asimismo, en lo referente al acoso escolar, la UNESCO manifiesta que los niños y niñas pueden ser más vulnerables al acoso cuando presentan alguna discapacidad, expresan una preferencia sexual distinta de la predominante, proceden de una minoría étnica o un grupo cultural diferente o tienen una determinada extracción socioeconómica.
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), como plataforma asociativa unitaria de representación, acción y defensa de las mujeres y hombres con discapacidad y sus familias en España, viene reclamando de los poderes públicos, de la comunidad escolar y de la sociedad en su conjunto la necesidad de tomar conciencia y adoptar medidas transformadoras, en todos los planos, que garanticen la igualdad de trato y oportunidades, la equidad, el acceso y el derecho a la inclusión en la comunidad, y acaben con las discriminaciones de toda índole que todavía sufre este
grupo social. En este sentido, el CERMI se manifiesta a favor de la educación inclusiva real y efectiva, rechazando las desigualdades que pueda plantear la educación inclusiva que no incluya una participación plena en el ámbito escolar sin diferenciación, ni acoso.
De igual manera, existen diversos tratados y convenios internacionales que defienden los derechos humanos en los que se encuadra la educación inclusiva como un derecho básico para las personas con discapacidad, y se rechaza la violencia por motivo de discapacidad.